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Arquitectos: Urko Sanchez Architects
- Área: 1500 m²
- Año: 2009
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Fotografías:Alberto Heras, Stevie Mann
Resumen
El cliente, Fernando Torres, encargó una residencia que estuviese conectada con la ciudad de Lamu, pero que al mismo tiempo tuviese cierta independencia. Torres tiene una fuerte pasión por la arquitectura y le gusta estar en contacto con la naturaleza; la combinación de estos dos atributos entregó la oportunidad de crear una arquitectura orgánica, fusionando la artesanía tradicional y las exigencias modernas. El cliente pidió además que el diseño y el proceso de construcción respetara lo más posible el estado actual del bosque.
Necesidades específicas del cliente
- La casa debía ser diseñada en zonas, que podrían ser ocupadas por toda la familia o solamente por una persona.
- Fernando quería entregar casi media hectárea de la parcela a su amigo Rafa, donde eventualmente se diseñaría una segunda casa para él.
- Fernando también tenía un problema en la rodilla, lo que significaba que la casa debía ser diseñada sin escaleras, en una sola planta.
- Él es un importante contribuyente al Refugio Infantil Anidan, cercano al terreno, y quería tener una estrecha relación con el orfanato. Finalmente, quería que algunas partes de la casa pudiesen arrendarse y aún así mantener la privacidad entre él y los ocupantes esporádicos.
Esto hizo necesario revisar el catálogo tradicional de soluciones de Swahili para dar respuesta a estas demandas muy específicas.
Ubicación
Situada en la isla de Lamu hacia el extremo norte de la ciudad, la parcela se encuentra inmersa en la vegetación y rodeada por la playa en sus laderas surorientales. El bosque, que consiste principalmente de manglares, ofrece muy pocos espacios abiertos en el medio y alberga una gran cantidad de nidos de pájaros. Estas características naturales permiten el diseño de un proyecto que entra en un diálogo armonioso con sus alrededores. Sin estar completamente aislado de la población local, su ubicación ofrece un espacio donde la privacidad está asegurada por la naturaleza que lo rodea.
Desafío y Respuesta
El desafío era dar respuesta a las solicitudes muy específicas del cliente (no relacionadas con la tradición local) y hacerlo utilizando los sistemas locales de construcción, su mano de obra y el sentido del espacio. Mirar hacia el futuro todavía con un pie todavía en el pasado.
Avanzando en el conocimiento de la construcción local de Lamu, el proyecto se abordó siguiendo sus leyes y manteniendo siempre un gran respeto por el medio ambiente circundante.
La casa debía integrarse a la historia y la naturaleza de la isla, entrando en diálogo con su arquitectura orgánica.
Distribución Espacial
La idea era respetar todos los grandes árboles existente en el lugar y aprovecharse de ellos para crear una disposición de zonas abiertas y cerradas / soleadas y oscuras. La huella de la casa es el resultado de ocupar sólo las zonas sin árboles. Esta huella se corresponde con el área cubierta por la estructura del techo sin muros; los espacios cerrados son sólo las habitaciones que están unidas entre sí bajo el techo continuo.
Lenguaje Arquitectónico
La arquitectura incorpora diferentes niveles de cierre, generando un espacio de transición entre el interior y el exterior.
Al llegar a la casa desde Lamu, encontramos pequeñas casas de mampostería de piedra de coral, creando un patrón urbano disperso. Este diseño y el material se utiliza para el ajuste de los dormitorios, los únicos espacios completamente cerrados de la casa, entregando una sensación de seguridad e intimidad.
En la arquitectura de Swahilli, el techo de makuti se utiliza para cubrir los espacios cerrados o como una estructura de techo temporal. Aquí se ha ampliado para cubrir la distribución dispersa de las habitaciones en un único espacio de protección contra el sol y la lluvia; en estos espacios externos es donde se genera una fuerte conexión con la naturaleza.
La relación entre los elementos tradicionales se ha modificado para satisfacer las peticiones del cliente.
Medio Ambiente
El proceso de diseño y construcción en su conjunto se ha diseñado para ser lo más ecológico posible. La huella de los espacios abiertos evita la tala de los manglares.
El uso de materiales locales, como la madera y la piedra de coral, permitieron que el proyecto tuviese un impacto mínimo sobre el medio ambiente, con una huella de carbono muy baja. Los artesanos locales intrincadamente completaron la obra en base a métodos tradicionales de construcción.
Con el fin de aprovechar el clima soleado de Lamu, el proyecto acoge dos dispositivos diferentes de captación de energía solar. Calentadores solares de agua absorben la luz del sol y usan la energía para calentar el agua. La ventaja de estos calentadores solares es que el agua caliente está disponible bajo demanda a través del curso del día sin afectar negativamente al medio ambiente. El proyecto también utiliza paneles fotovoltaicos para generar electricidad.
Al igual que el proceso de construcción, el uso de la energía solar asegura que el funcionamiento del edificio mantenga una huella de carbono muy baja y un impacto ambiental mínimo.
La casa tiene capacidad para un depósito de agua que usa la gravedad para enviar agua a los grifos y duchas y erradica la necesidad de una bomba de presión.
Control Climático
En Lamu puede hacer mucho calor durante el día y la noche.
Es por eso que se utilizan medios pasivos de ventilación.
La ventilación cruzada se produce al tener grandes espacios abiertos, permitiendo la circulación de aire a través del espacio. Esto enfría naturalmente las habitaciones. Los vientos que pasan sobre el mar le entregan una brisa fresca a la casa, evitando el uso de energía en el proceso.
Los materiales usados juegan un importante papel importante para mantener fresco el edificio. El tradicional techo makuti proporciona una barrera contra el sol y también es un buen aislante térmico. Las piedras de coral también aportan a la frescura de los espacios interiores.